Instrucciones para sacar de quicio a una mujer.

En realidad, hablando desde mi experiencia personal, no es recomendable sacar de quicio a una mujer. Honestamente, este era un trabajo que me mandaron a hacer para Lenguaje y Literatura que consistía básicamente en hacer un "manual de instrucciones", pero de algo que no fuera usualmente explicado, de manera cómica e irónica. En fin, yo decidí, debido a mis "conocimientos" (lo digo entre comillas porque sé lo suficiente para saber que no sé nada acerca del tema) de las mujeres para escribir este peculiar manual acerca de algo que hacemos con relativa facilidad (triste, pero cierto). Bueno, ya me he entendido mucho en el preámbulo, ahí va:

Todos sabemos de esa pieza de perfección que se divide cada una en su manera de ser perfecta, pero a la vez imperfecta dentro de esa perfección, que se puede ver fácilmente alterada por su contraparte que no es para nada perfecta y que, siendo él mismo, puede hacer que la estabilidad de dicha perfección se desequilibre hasta tal punto de que esta perfección se convierta en la propia expresión de la ira. Ya para todos los que lean esto, deben saber de manera prácticamente instantánea que hablo de la mujer.

Para hacer hervir de cólera a una mujer, para nosotros (los hombres) es algo sumamente complicado; es más, es tan complicado que no entendemos la manera de cómo lo hacemos tan seguido. Pero, a la vez, no es tan complicado cuando te das cuenta  de que lo que tienes que hacer para lograr dicho cometido es, simplemente, ser hombre, un hombre lógico y racional sacará de quicio a una mujer de una manera tan efectiva que, está comprobado, no tardará más de dos minutos en terminar de preparar dicha ira.

Básicamente hay varias formas de llegar al producto deseado. Lo más curioso de esta receta poco común es que el ingrediente principal (la mujer) define la forma y la manera en que dicha cólera va a ser preparada.

Una de las formas más efectivas es, primero, hacer exactamente lo que ella te dice que hagas. Es decir, hay algo que no entiendo de la receta, pero por alguna razón las mujeres arman dentro de su cabeza una ecuación de segundo grado con dos posibles respuestas de las que el que prepara la receta no sabe cuál será el resultado. Con suerte, la mujer escogerá la opción de empezar a enfurecer mientras tú, luego, solo tienes que actuar como si no entendieras lo que está pasando (que, de hecho, es así pero ellas piensas que lo haces adrede). Es un método altamente efectivo. Luego de haber logrado la parte más importante (que es la cólera) si se quiere lograr un resultado mucho mejor en medio de la irradiación de energía potencial de la mujer, esto es muy importante, dile que se calme, y por alguna acción divina, su ira pasará al siguiente nivel logrando una preparación con mujer sabor.